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¿Problemas con el apego?

  • Psic Rocío Romano Obregón
  • 12 ene 2020
  • 2 Min. de lectura

En nuestra vida diaria puede que estemos enfrentándonos a un constante problema para relacionarnos con el entorno debido a las dificultades que enfrentarnos ante la separación de personas, lugares u objetos. Un trastorno relacionado con el apego puede estarnos impidiendo avanzar en algún área de nuestras vidas al ser incapaces de enfrentarnos a la separación y las emociones que conlleva ésta. Iniciemos definiendo a qué nos referimos cuando hablamos del apego.

El apego en la etología, es una vinculación afectiva intensa, duradera, de carácter singular, que se desarrolla y consolida entre dos individuos, por medio de sus interacciones recíprocas, y cuyo objetivo inmediato es la búsqueda y mantenimiento de proximidad en momentos de amenaza, ya que esto proporciona seguridad, consuelo y protección. (fuente: wikipedia)

La teoría del apego de John Bowlby refiere que para que el niño pueda desarrollarse adecuadamente, necesita establecer una relación de confianza y cercanía con al menos un cuidador para sentirse seguro en momentos de inseguridad y riesgo. El vínculo de apego se establece aproximadamente entre el año y año y medio de edad aproximadamente.

El apego y la forma en la que establecemos nuestras relaciones de apego con nuestros cuidadores principales, en gran medida determinará la forma en la que nos relacionamos como adultos. Si el vínculo de apego está dañado, podríamos actuar de forma que podamos evitar el abandono y la ansiedad que nos puede provocar la separación de la persona amada, porque dicho sufrimiento nos parece insoportable, o abandonando antes para evitar ser abandonado.

Del apego también dependerá en gran parte nuestra capacidad de regulación emocional.


Estilos de apego


Estilo evasivo o evitativo: se desarrolla frente a personas que no son muy presentes o sensibles a las necesidades del niño.

Este tipo de apego se desarrolla en personas que por alguna razón, han perdido la confianza en sus cuidadores principales y han optado por dejar de manifestar sus emociones. Esto puede ocurrir porque sus necesidades emocionales no fueron atendidas, o fue ignorado(a) cuando necesitaba atención. Las personas con este tipo de apego pueden evitar crear lazos estrechos para evitar la sensación de perderlos.

Estilo ansioso o ambivalente: suelen ser niños que crecen con figuras de apego más pendientes de sus propias necesidades que de las necesidades del niño. Los niños crean protestas de atención intensas puesto que sus padres tienen respuestas variables e impredecibles. Tienden a mantenerse cerca de sus figuras de apego puesto que padecen la incertidumbre de saber si la persona desaparecerá o permanecerá por lo cual se encuentra hipervigilante.

Estilo seguro: Cuando los cuidadores principales proveen a los niños de la seguridad y el apego que necesitan, crecen en un entorno confiable y tienen la sensación de que los demás son personas confiables y el mundo un lugar seguro. Pero esto puede resultar desadaptativo si el ambiente donde tendrá que vivir el futuro adulto es peligroso.


Invariablemente pueden surgir problemas con las personas cuando los estilos de apego no son los adecuados, y tampoco podemos predecir si el niño estará seguro en un mundo en donde no se replican las condiciones de seguridad en las que creció. Sin embargo es necesario proveerles de las herramientas necesarias y acordes a la edad de desarrollo que le permitan desenvolverse adecuadamente y adaptarse para mantener estabilidad y salud emocional. Si tienes problemas de apego, no dudes en contactarme. arteterapia_rocio_romano@outlook.com

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